lunes, 31 de marzo de 2008

No tengo pituto, NI APELLIDO EDWARDS NI SUBERCASEUX







El mundo laboral es difícil y lo tenemos claro a medida que vamos creciendo. El problema es cuando ya terminaste el colegio o la universidad y no provienes de una familia adinerada o de renombre en nuestro país. Aunque no lo creas ser un Subercaseux o un Edwards pesa mucho más que las capacidades o que un gran curriculum. En mi familia no hay fotógrafos, ni artistas, ni escritores famosos y menos dueños de empresas, pero eso no significa que sea menos talentosa o menos profesional.

Estudie una de las carreras más lindas, pero a la vez más ingrata. Me refiero al periodismo. Al entrar a la universidad mis profesores de aquella época nos decían: “Están seguros que desean estudiar periodismo, porque está complicado y los sueldos bajan muy rápido”. Una vez que salí, nunca pensé que año tras año el panorama empeoraría tanto. Salí llena de sueños y esperanzas, con ganas de hacer mil cosas, pero una vez que estas inserta en el mundo laboral te das cuenta de cómo funciona el realmente el mundo laboral.

Realice mi práctica profesional en un radio, aprendí mucho e incluso tuve la suerte de que me pagaran, lo que fue una hazaña. Pasaron los meses y sentí que no me daban oportunidades para crear nuevas espacios y menos tomaron en cuenta mis ideas. Cada vez que le comentaba a mi jefa lo que podríamos hacer ella respondía: “Son buenas ideas, pero el espacio ya está vendido tal cual, sin modificaciones”. Obviamente no dure mucho tiempo allí, preferí retirarme.

Paralelamente, el ambiente en la radio era muy bueno salvo por estos típicos personajes que están en todas las empresas. Había un sujeto que era el encargado de las remuneraciones, un hombrecillo que lo que no tenía de porte lo tenía de desagradable. Cada vez que uno le preguntaba algo, él te dejaba esperando y seguía hablando por teléfono sin tomarte en cuenta. En cambio, cada vez que aparecían los hijos del dueño él corría a su lado diciéndoles: “Le tengo las cuentas pagadas, todas estas al día”. Era una persona de dos caras, y claro, trapeaba el piso con todo el personal pero era un perfecto “chupamedias”. El problema es que el dueño y sus hijos tenían la visión de que él era trabajador, eficiente y muy agradable, en cambio los demás veíamos su cara más amarga. Yo me fui de la empresa y él sigue ganando espacios, ahora también es vendedor. Hay personas que hacen de todo para subirse el pelo, él es una de ellas.

En una ocasión quedo un cupo disponible para un puesto de productor, algo que requiere de mucho trabajo, pero es un puesto muy entretenido porque haces cosas nuevas. Entonces fui a hablar con uno de los dueños para dejarle mi curriculum y así postular y su respuesta fue: “Mira hemos decidido no contratar a nadie y repartir las tareas entre los que están, pero si llegáramos a necesitar a alguien tu serias la prioridad pues estas trabajando acá hace tiempo y te conocemos”. Me fui súper tranquila después de haber hablado con él. Pero mi paz interior duro poco tiempo, ya que a las pocas semanas vi un desfile de chicas rubias, altas y cuicas en la empresa, al rato me entere que ese mismo jefe que me dijo que no me preocupara estaba entrevistando a estas chicas para ocupar el puesto disponible. La mayoría de ellas venía de universidades privadas y las otras tantas eran conocidas o amigas de los directores de la empresa.


A las semanas llego a trabajar una periodista de apellido Edwards, a veces la vida es un poco injusta pero así funcionan las cosas. Así lo he entendido durante estos años. Aunque me considero una buena profesional no tengo apellido de renombre, y mis capacidades quedan nuevamente quedan relegadas por no tener pitutos. Y Si fuera la mejor escritora del mundo, no sé si podría competir contra esos detalles que al parecer de detalles no tienen nada al momento de buscar trabajo. Es lo que nos toco vivir a algunos, los sin PITUTO.


En conclusión esta niña duro muy pocos meses y luego llego otra amiga del dueño. Así es la lógica con la que trabajan algunas industrias, lo que nos da un triste panorama nacional, pero logramos entender por qué hay personas poco eficientes en buenos puestos de trabajo. Todas estas cosas no las enseñan en la universidad, uno no cree que pasen este tipo de hechos, donde las capacidades quedan en segundo lugar y priman el compadrastro y tener un buen apellido.

Como diría un profesor de historia, Chile se mueve gracias a la familiocracia, en ese momento lo entendí, pero no tanto. Y ahora que ha pasado el tiempo, me queda mucho más claro a qué se refería. Tener un apellido compuesto, de renombre o tener pitutos, pucha que ayuda y que facilita todo.

Pero el pituto también va de la mano con poseer un “buen” apellido. Todo se facilita si llegas recomendada por alguien de la empresa. El conducto regular se rompe completamente si llegas diciendo” Soy la sobrina de” y todos lo que han pasado por el proceso de selección y que fueron escogidos entre 50 personas quedan atrás. Esas son las ventajas de llegar más que recomendada a algún lugar. El chileno es especialista para hacer llamadas rápidas y cobrar favores, así lo hemos visto tanto en el gobierno como en cualquier empresa.

A estas alturas he empapelado Santiago con curriculum, he ido a un par de entrevistas con respuestas como “Te llamamos”. Igual me las he arreglado, y sé que se vienen tiempos mejores. Y si volviera a salir de la enseñanza media y me dijeran qué vas a estudiar, nuevamente elegiría periodismo, eso ni lo dudo. Sé que cuesta encontrar pega, que los horarios son horribles, que hay cientos de egresados cada año, que son más de 30 escuelas de periodismo a lo largo de todo Chile, que hay que matar a alguien en los medios para conseguir un cupo, y también sé que se gana poco. Qué puedo hacer si me encanta esta profesión y si diez veces me hicieran escoger una carrera, sin duda, sería esta.









2 comentarios:

Unknown dijo...

Julita, estaba en el msn y vi tu blog (así creo que se llama, pese a ser muy joven no los conozco mucho –que vergüenza- ) y no pude evitar leer “No tengo pituto, NI APELLIDO EDWARDS NI SUBERCASEUX” y lo encontré genial. Todos quienes abrazamos la noble profesión del Periodismo, sabemos la realidad que actualmente se vive laboralmente, donde tenemos que soportar sueldos indignos para una persona que estuvo cinco años en la universidad. Quienes tenemos la oportunidad de estar trabajando, sabemos que nos movemos en un medio ingrato, donde no es fácil encontrar trabajo, debido a la saturación del mercado. Por lo mismo, un medio donde los sueldos no son siempre buenos y las relaciones laborales se vuelven muchas veces insostenibles por la constante injusticia que se vive.
Pese a que muchas veces digo que me gustaría haber estudiado otra cosa (sólo por una cosa de estabilidad económica), me gusta esta tonterita, disfruto con tener la información que “otros” no tienen, la cercanía con la gente y hablar o escribir hasta más no poder. Me encanta andar detrás de la autoridad, creerme el fiscalizador (la tonterita del perro guardián) buscando desentrañar esa información secreta, vedada o que fue entregada a medias (a veces me engrupo un poco). A veces aunque muchos no me entienden soy feliz haciendo malabarismo con la cámara en la mano derecha, la grabadora en la izquierda y el lápiz en la boca tratando de tomar apuntes en la libreta que tengo entre los dedos de los pies, para después llegar a la oficina y me digan “tenis sólo 2000 caracteres y los necesito al tiro ‘pa cerrar la página)
Pero ya que estamos en esto y a lo mejor ganamos menos que cualquier otro mortal que ni siquiera pasó por la universidad (sin desmerecer, ya que provengo de una familia en la que soy uno de los pocos que tuvieron “la suerte” de estudiar en la U) y pese a que tengo una deuda millonaria por culpa del crédito fiscal, estoy seguro que ellos (los demás) no lo pasan tan bien como nosotros... ellos no entran gratis al estadio los domingos; no van a fiestas o a conciertos con credenciales liberadas con el pretexto de que vamos a cubrir... y no disfrutan del día a día con el vértigo de esta profesión maravillosa, que si bien tiene a varios con úlcera o durmiendo poco, es lo que queremos seguir haciendo.


Saludos desde Quillota


Lalo-k

Anónimo dijo...

Yovita, al leer tu articulo, culquier persona pensaria "que resentida", pero para quienes tenemos la dicha de haber compartido contigo desde que nacimos y compartir con tu familia y la mia; conocer y saber cuales son tus capacidades, te doy toda la razon en lo que se refiere al Pituto, en mi trabajo, (tú sabes cual), ocurre lo mismo, ofrecen cursos en USA, ESPAÑA, y muchos otros lugares y los cupos ya esta designados, llaman a concurso para hacerlo un poco transparente.

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